Javier Bahón Gómez, CEO de TÚinnovas, el laboratorio internacional de innovación y coaching educativo, ha estado presente estos días en Lardero (La Rioja) para impartir una formación a 30 educadores y educadoras de nuestras obras. Las ponencias han estado enmarcadas en las X Jornadas de Innovación de Maristas Ibérica, que se han celebrado este 15 y 16 de febrero.
Javier Bahón es maestro, pedagogo, especialista en Atención temprana, Inteligencias múltiples, Thinking Based Learning… Su experiencia se ha forjado a pie de aula y su formación la ha recogido, granito a granito, de manos de los mayores expertos mundiales en Europa, Singapur, Nueva Zelanda, Boston, Filadelfia o San Diego. Su visión pretende alejarse de tesis reduccionistas, para confeccionar ecosistemas educativos llenos de oportunidades para el desarrollo humano.
En estas Jornadas ha transmitido varias ideas clave a partir de las siguientes temáticas: las situaciones de aprendizaje, las estrategias de pensamiento riguroso y la evaluación competencial. Por un lado, el claustro de profesores debe tener claros cuáles son los faros de su centro educativo, de la institución educativa. “En la escuela siempre hemos adoptado la posición de cada maestrillo con su librillo y eso a la larga nos ha hecho que estemos demasiado desconectados”, comenta. “Ante una tarea tan compleja, hay que trabajar siempre en equipo, juntar fuerzas y ser coherentes con el proyecto educativo que queremos y el perfil de persona que queremos educar”.
Por otra parte, “sólo aprende el cerebro activo. El cerebro tiene que desarrollar todas sus capacidades y sólo desarrolla las capacidades que practica”. Desde hace ya algunos años, se han dado pasos para que la realidad de los centros de nuestro país se acerque mucho más a esa necesidad de una educación significativa, basada en aprender para la vida real, donde los alumnos no sólo aprenden contenidos conceptuales, sino también las habilidades y destrezas que, a partir de esos contenidos, deben desarrollar para enfrentarse al mundo líquido y cambiante en el que le toca vivir.
“Cuando hablamos de educar para la vida, estamos hablando de educar en competencias. Y para eso me sirve más mi capacidad de pensar de forma flexible, tener una flexibilidad cognitiva y una flexibilidad emocional”.