El pasado fin de semana, muchas ciudades y pueblos de España se cubrieron de blanco. La borrasca Filomena trajo consigo un temporal de intensas nieves que ha dejado estampas nunca vistas por muchas generaciones. Estas últimas jornadas se han vivido con nerviosismo y también con alegría para los muchos que han podido disfrutar de los juegos y experiencias que hasta ahora nos solía ofrecer la montaña.
Pero no todo han sido buenas noticias. Ha sido un temporal devastador para el tráfico, muchos comercios y zonas donde ha habido derrumbamientos. Comunidades Autónomas enteras han quedado totalmente paralizadas, como hace casi un año ya ocurrió con la primera cuarentena por el coronavirus. En este estado de crisis, los colegios de Castilla La Mancha, Madrid y Aragón (donde tenemos varios centros maristas) han suspendido las clases presenciales durante el lunes 11 y martes 12, y muchos de ellos continúan toda la semana porque la nieve de las calzadas y carreteras, convertida ahora en hielo, impide unos desplazamientos seguros.
Para facilitar una vuelta a las clases presenciales lo más normalizada posible, entre ayer y hoy muchos profesores y trabajadores de nuestros colegios maristas en Toledo y Guadalajara acudieron a quitar nieve de los pasillos y calles más estrechas de los patios. De esta forma se ha facilitado el trabajo de las máquinas quitanieves que han estado hoy, por ejemplo, en Toledo, cubriendo las zonas más amplias. A todos ellos y a todas ellas, GRACIAS. El mejor regalo después de una crisis es sin duda la solidaridad y cariño de todas las personas que forman parte de nuestra comunidad educativa y nuestra institución.